¿Cuáles son los desafíos actuales?
A su vez, numerosos metaanálisis han intentado examinar la eficacia y comprender los resultados de dichas intervenciones. Actualmente, los metaanálisis se centran en conductas específicas, tipos concretos de intervenciones para el cambio de conducta, formas específicas de llevar a cabo la intervención para el cambio de conducta, resultados sanitarios específicos o poblaciones específicas.
Hoy compartimos tres claves para pensar el futuro del estudio del cambio de comportamientos en salud: (1) contamos con intervenciones e investigaciones más rigurosas, (2) tenemos mejores modelos explicativos, y (3) la capacidad de sintetizar todo ese conocimiento también ha avanzado mucho.
Contamos con mejores intervenciones
En primer lugar, las investigaciones han pasado de ser fragmentarias a estar mucho más estandarizadas, y tienen ahora novedosos desarrollos de nomenclatura, definición y estructura que prometen aún más precisión.
Por lo tanto, ahora es posible sintetizar la evidencia en revisiones utilizando las nomenclaturas existentes para identificar los mecanismos más importantes y más eficazmente aplicados en las intervenciones para el cambio de comportamiento.
Un beneficio a largo plazo de este enfoque puede ser la realización de esfuerzos de replicación cada vez más precisos, junto con mejoras enormes en la eficacia de las intervenciones probadas en toda la investigación sobre intervenciones para el cambio del comportamiento en salud.
Tenemos modelos teóricos explicativos más completos
En segundo lugar, las teorías disponibles para comprender el comportamiento de salud también se han vuelto más avanzadas en comparación con los primeros modelos de las décadas de 1970 y 1980.
Los modelos actuales se centran en el comportamiento contextualizado. Por ejemplo, la relación de pareja o las redes sociales, donde hay otras personas conectadas a través de intercambios recíprocos que varían en función tanto de las necesidades del paciente como de las necesidades de los otros participantes de la red. Todo ello se produce en un entorno global para el cambio de comportamiento. Por ejemplo, a través de la presencia de políticas y entornos que promueven la salud, como la prohibición de fumar en restaurantes o calles con carriles designados para caminar o ir en bicicleta.
En consecuencia, las teorías explicativas de hoy en día no sólo especifican con mayor precisión los mecanismos potenciales para explicar el cambio de comportamiento en materia de salud, sino que también abordan la cuestión esencial de qué factores pueden moderar la eficacia de la intervención. El uso de estos modelos como marcos teóricos para sintetizar las pruebas en una revisión permite un enfoque más intencionado de esta tarea.
Los métodos de análisis son más potentes
En tercer lugar, las pautas para la realización de revisiones han pasado a ser cada vez más rigurosas, transparentes y, por tanto, más útiles.
El nivel de sofisticación disponible en la actualidad al explorar múltiples metanálisis crea la capacidad de abordar los matices a nivel de estudio y una comprensión cada vez mayor de los supuestos implicados en la puesta en común de los resultados de estudios independientes sobre un tema a través de resúmenes.
Esto permite una visión más sofisticada de la investigación existente. También es importante para considerar cómo mejorar futuros metaanálisis y cómo comprender la validez de los resultados.
Fuente: Davidson, K. W., & Scholz, U. (2020). Understanding and Predicting Health Behaviour Change: A Contemporary View Through the Lenses of Meta-Reviews, Health Psychology Review, DOI: 10.1080/17437199.2020.1719368
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